Resumen: La Mediación Comunitaria tiene un campo de acción y proyección realmente extraordinario, en tanto las distintas sociedades tomen conciencia de los beneficios que reciben sus habitantes cuando los conflictos pueden ser resueltos en ámbitos menos burocráticos y más precisos, como suelen ser las instituciones intermedias.
Dra. Gabriela Vendrell. Mgter, en Mediación y Justicia Restaurativa. Directora de Formación Ejecutiva Instituto. Pte. Asociación Argentina de Mediación Interdisciplinaria
Desde el comienzo mismo de la historia todas las sociedades se han visto envueltas en diferentes tipos de problemas, disputas y conflictos (el correlato tiene su razón de ser puesto que la suma de los primeros sin resolver, devienen en la segunda posición que pos supuesto, demorados en el tiempo erosionan con CONFLICTOS de envergadura).
En la mayoría de los conflictos, las partes comprometidas disponen de diferentes medios para responder de manera positiva o negativa. Cuando las disputas escalaron el nivel de confrontación y se transformaron en un conflicto con camino a ninguna parte (la partes asumen la imposibilidad de resolverlo informalmente y comienzan a evitarse de forma mutsua porque carecen del poder y la capacidad necesaria para modificar la situación), ha llegado el momento de la participación de un tercero neutral, el mediador comunitario.
La mediación comunitaria es compleja, dada la diversidad de conflictos que pueden llegar a la mesa de trabajo del Mediador, que damos por hecho, desarrolla sus tareas en instituciones intermedias (EXOSISTEMA) que hacen de nexo legal con el ámbito gubernativo más elevado de esa sociedad (MACROSISTEMA).
El porqué de la complejidad de este tipo de mediaciones tiene que ver con que diferencia de otros conflictos donde generalmente, interactúan dos partes, los contenciosos de tipo comunitario suelen involucrar a buena parte de barrio, y hasta de una zona específica debido a la multiplicidad de factores que confluyen en ella, a saber, entre otras tantas causas:
Una obra de pavimentación inconclusa con vecinos que sufren el desamparo legal
Una red cloacal rota que vierte agua sin solución de continuidad, provocando los lógicos contratiempos en el diario vivir.
Disputa entre vecinos por ramas de árboles que molestan a unos y a otros.
Poda indiscriminada de árboles por parte de algunos vecinos y la protesta de otros
Pero también puede ocurrir que cuando la comunidad observa que tiene al alcance de su decisión una mediación comunitaria, se acerque a ese centro comunitario para interiorizarse sobre la metodología que se instrumenta y qué alcances legales tiene, por ejemplo:
mujeres que padecen violencia de género
mujeres cuyos maridos no cumplen con la manutención de sus hijos
La toma de conciencia de quienes son asistidos por este tipo de mediaciones y en el lugar específico de las instituciones intermedias tiene relación directa con la perspectiva diferente con que las partes litigantes comienzan a ver el conflicto. Nosotros los mediadores, definimos este proceso como cambio de paradigma, mientras que los protagonistas suelen decir “ahora lo veo de otra manera”.
La Mediación Comunitaria tiene un campo de acción y proyección realmente extraordinario, en tanto las distintas sociedades tomen conciencia (de hecho, muchas lo han incorporado ya) de los beneficios que reciben sus habitantes cuando los conflictos pueden ser resueltos en ámbitos menos burocráticos y más precisos, como suelen ser las instituciones intermedias que abrigan los procesos negociadores sobre conflictos comunitarios.
Son tantas las posibilidades de cobertura que brinda la que bien puede extenderse a distintos sectores y protagonistas de cada sociedad, por ejemplo:
En instituciones escolares
En instituciones deportivas
En empresas constructoras
En empresas de servicios
Puede mediar entre vecinos que litigan contra empresas de servicios
Entre particulares vecinos cuya relación se haya desgastado por el trato diario
Con mujeres víctimas de violencia de género
Consorcios
Tan sólo ocho opciones hemos recorrido, pero tenemos claro que puede abarcar un espectro mucho más amplio, dado que tiene capacidad operativa en los cuatro componentes que contienen la vida de un Ser humano:
Microsistema
Mesosistema
Exosistema
Macrosistema
El caso particular de la mediación comunitaria actuando entre partes que son organizaciones, el Mediador Comunitario tendrá en cuenta diversos factores para establecer las distintas estrategias de trabajo que instrumentará durante el proceso negociador:
Analizará la cultura de la organización (lenguaje, poder)
Diferenciará claramente a los particulares en su condición de tal y su rol en la organización
Analizará la relación de las organizaciones con la comunidad.
Mediará en función de futuro, no circunscribiéndose solamente a la solución del caso puntual que los ocupa.
Considerará que la mediación comunitaria instrumentada entre organizaciones será mirada como un “caso modelo” que producirá un efecto multiplicador a favor o en contra, para el futuro de la mediación comunitaria como tal y para el reconocimiento de la persona del mediador.
Accederá al conocimiento de la estructura de las organizaciones en sus aspectos jerárquicos y burocráticos
Recolectará información fideligna de las instituciones basado en toda la documentación disponible a su alcance.
Investigará cuáles son los referentes válidos de las mencionadas instituciones.
En todos los casos, siempre será preferible que el MEDIADOR puede llevar adelante una MEDIACIÓN PREVENTIVA Y COLABORATIVA y no hacer las veces del bombero que llega al incendio cuando las llamas todo lo devoraron.
Tomando los casos del tipo de conflicto antes mencionado, en el NO VIOLENTO, mientras las partes muestren predisposición al diálogo, el Mediador siempre tendrá posibilidades de armar su propia estrategia de trabajo porque evidentemente, cuenta con litigantes que no contemplan la violencia como método de resolución del conflicto. En lo referido a la administración del conflicto, tiene altas posibilidades de arribar a un resultado exitoso, respaldado por un proceso sistémico.
En el caso particular de los conflictos violentos, el MEDIADOR deberá hacer una exhaustiva lectura del cuadro de situación al que se enfrenta en el mismo momento en que es llamado a Mediar. Los procesos de recogimiento de información deberán ser más prolongados, minuciosos y por supuesto, confidenciales. En primera instancia y para demostrarles a las partes que está involucrado de manera imparcial con el conflicto trabajará en función de retrotraer la situación al momento en que existía el diálogo. A partir de allí, implementará su impronta sumada al debido proceso negociador.
Bibliografía: Manual de Mediación Comunitaria. Bibliografía de la Especialización en Mediación Comunitaria. AAMI. Asociación Argentina de Mediación Interdisciplinaria. 2017.